SERIE TRILOGIA ESCOCESA VICTORIANA

-1LA HEREDERA DOMADA

Tanto Dougal Stewart como Meg Mc Neill creyeron que se había tratado de un sueño, de una fantasía. Aquella noche, en un remoto peñasco del norte de Escocia azotado por las olas y la tormenta, habían compartido unas horas de pasión y peligro, cada uno creyendo que el otro era una aparición sobrenatural.
Siete años después, la vida de Meg ha dado un giro completo. Ahora es una de las mujeres más ricas de Gran Bretaña, poseedora de títulos y tierras. Pero el destino no ha dejado de jugar con ella: a su pequeña isla escocesa, su refugio particular, llegan hombres con ideas de cambio y de progreso. Y al frente de ellos, el diablo que surgió del mar aquella lejana noche pero, esta vez, totalmente de carne y hueso.









2-LA PRINCESA DORMIDA
¿Es posible enamorarse de un retrato? Así empieza a creerlo Aedan Arthur MacBride, barón de Drunndenan. La belleza de la princesa dormida, protagonista de una hermosa leyenda celta capturada para siempre en un lienzo, le obsesiona desde hace años. Por eso apenas da crédito a sus ojos cuando llega a su mansión Christina Blackburn, una joven investigadora, tan hermosa como inteligente, enviada por el museo para unos trabajos arqueológicos en la zona.
Porque aquella seductora mujer es la misma que posó, seis años antes, para el cuadro que ahora cuelga en su habitación. La misma mujer, pero con un extraño velo de tristeza en los ojos: para Christina, aquel cuadro es un recuerdo de una época de amor y tragedia, de inocencia y de pérdida, que la marcó para siempre. A su pesar, ahora ha de enfrentarse de nuevo a aquel cuadro maldito y, lo que es más peligroso todavía, a su tremendamente atractivo nuevo dueño.







3-LA CONDESA DE KILDONAN
¿Quién podía culparles por su arrebato de pasión? Ninguno de ellos había planeado quedarse atrapados en una cueva helada, con una única manta, aislados por la peor tormenta que las Highlands escocesas habían visto en mucho tiempo. Catriona MacConn sólo pretendía auxiliar a un montañero herido.
Ahora se enfrenta a un escándalo terrible, que su padre, el reverendo MacConn, no está dispuesto a permitir. Y lo que es peor, descubre que el hombre con el que ha compartido aquella noche de locura no es otro que Evan Mackenzie, conde y señor de las tierras de Kildonan, y el responsable, a sus ojos, del cruel destierro de tantos highlanders. La única solución aceptable para todos es el matrimonio; el conde sabe que su honor de caballero no le deja otra salida.




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