MALA INFLUENCIA

MALA INFLUENCIA

Sin aliento... así era como los besos de Jake hacían sentir a Georgia. Y ese era el problema. Georgia había conseguido evitar cualquier relación durante veintisiete años. Y no iba a cambiar ahora.

Jake había llegado en su ayuda cuando ella más lo necesitaba, pero rescatar rubias desnudas era algo usual para él. Era sencillamente un playboy.

Pero en sus brazos, Georgia parecía olvidar todo. ¡Nunca le había gustado tanto ser mala!

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